jueves, 10 de febrero de 2011

Gánate la roja, pero gánatela


¿Cuánto falta? pregunte al señor de negro, “quedan 3 minutos señores” contestó, tras un juego ríspido, trabado y con un hombre menos ganábamos el encuentro de cuartos de final, me lanzo con todo por un balón un poco más allá de la media cancha y al no alcanzarlo dejo la suela “como no queriendo” un poco levantada para dejarle una “caricia” al central, el árbitro observa claramente la “plancha” y tras las discusiones con aquel defensa rubio nos echa a los dos.

Mientras me desato los zapatos pienso: ¿Valió la pena la roja?, ¿Valió la plancha perderme la semifinal?, era un balón perdido sin peligro para nuestro equipo, quedaban solo un par de minutos, creo que no.

Maradona es expulsado en España 82'

Creo que las decisiones que tomamos en nuestra vida muchas veces nos gana el ímpetu, el momento, la emoción y pensamos con los pies, toda acción que realicemos día con día debemos de llevarla al máximo, hacer las cosas siempre entregándonos, lo que sea que hagamos hacerlo bien, ¿quién no recuerda aquella tarjeta roja que se gano el gran Zidane? y ojo que no estoy promoviendo el juego sucio, sino que simple y sencillamente no había otra manera de ganarse aquel cartón colorado, tras recibir un insulto racista “El mago” reacciono y se fue por la puerta de atrás.

Zidane es echado por cabezazo a Materazzi

“Pintado de rojo pero jamás blandengue” una frase que debería aprender Rafael Márquez, y es que el capitán del tricolor se ha hecho expulsar en varias ocasiones de forma cobarde e irresponsable dejando el barco a la deriva. (Prometo un post enlistando dichas cobardías)

Un claro ejemplo de un ídolo que jamás perdió la cabeza es sin duda el eterno Paolo Maldini quien siempre hizo muy bien su trabajo, siempre dando todo de su parte para que el equipo rossonero y la selección azzurra destacaran.

Hagas lo que hagas, hazlo siempre dando el 100%, así que si algún día quieres salir expulsado, gánatela!

Gracias a mis compañeros estamos en la final, ahora a disfrutarla.