Me está costando mucho trabajo ser paciente, y es algo que me ha acarreado problemas en mi vida, incluso dentro del terreno de juego me hacía falta ese temple que un jugador debe tener, esa calma, el cambio de ritmo en una jugada, el darle tranquilidad y no desesperarse.
Dicen que el gran Carlos “el Pibe” Valderrama era capaz de roncar frente a un pelotón de fusilamiento y esto gracias a la tranquilidad con que jugaba.
Ahora queda solo esperar y comenzar con mi rehabilitación no abandonar y no tirar la toalla, o como se diría en el argot pambolero “no te enganches” y mantén la calma.
Acá les dejo una buena rolita de Guns N' Roses.
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